Hemos leído: Multivitamin and mineral supplements in pregnancy are unnecessary expense. BMJ 2016;354:i3821

El British Medical Journal  BMJ acaba de publicar una revisión sobre la evidencia publicada en relación con la necesidad de suplementar la dieta de las embarazadas con complejos multivitamínicos y minerales, tema controvertido y reincidente en el ámbito de la atención a la mujer.

En las conclusiones de esta revisión  se considera que el  suplemento con complejos multivitamínicos  y minerales es un gasto innecesario que no ha  demostrado mejorar los resultados sobre la mujer embarazada ni sobre el bebé. Las mujeres, en cambio, deberían centrarse en mejorar su dieta general y tomar suplementos de ácido fólico y  vitamina D, los cuales son relativamente baratos. Existe fuerte evidencia para recomendar 400 mcg de ácido fólico hasta la semana 12 y 5 g en mujeres con alto riesgo para tener hijos con defecto del tubo neural, ya sea por antecedentes personales o familiares y en mujeres diabéticas. La administración de suplemento de vitamina D no está clara y pocos ensayos mostraron una disminución del riesgo durante el embarazo o el  nacimiento. Sin embargo, en  Reino Unido  se recomienda actualmente una dosis diaria de 10 mcg durante todo el embarazo y la lactancia.

La revisión no encontró evidencia en relación con que otros tipos de suplementos tengan beneficios clínicos en las mujeres embarazadas bien nutridas. Además, hay que tener en cuenta que  los estudios en los que se basa la industria para comercializar estos productos están realizados en países de renta  baja.

Resulta curioso ver cómo en la reciente  revisión del BMJ no se nombra el yodo y sí la vitamina D, haciéndonos reflexionar sobre la necesidad de  más estudios diferenciados en función del área geográfica y del estado nutricional de las mujeres.

Ya fuera de esta revisión del BMJ al que hemos dedicado la entrada, queríamos recordar, una vez más,  cuáles son las recomendaciones  en nuestro medio a día de hoy, a pesar de que desafortunadamente,  no coincida con la práctica clínica  diaria.

En la  Guía de Práctica Clínica de Atención en el Embarazo y Puerperio, editada en 2014 por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y a la que hacíamos referencia en una entrada pasada de este blog,  las recomendaciones a este respecto eran las siguientes:

  • Hierro: (recomendación débil) Se sugiere no ofrecer de forma rutinaria la suplementación con hierro en mujeres gestantes.
  • Yodo: (recomendación débil) Se sugiere la suplementación farmacológica durante la gestación con yoduro potásico a dosis de 200 μg/día en aquellas mujeres que no alcanzan las cantidades diarias recomendadas de ingesta de yodo con su dieta (3 raciones de leche y derivados lácteos + 2 g de sal yodada).
  • Ácido fólico: (recomendación fuerte) Se recomienda la suplementación diaria en dosis de 0,4 mg/día (400 μg/día) de ácido fólico durante las primeras doce semanas de gestación. En pacientes que utilizan fármacos antiepilépticos se recomienda una dosis diaria de 5 mg, independientemente del tipo de antiepiléptico que se use.
  • Complejos multivitamínicos (vitamina A, B6, D, E, C): la calidad de la evidencia es muy baja. Se sugiere no suplementar a las mujeres con complejos multivitamínicos durante la gestación. Se sugiere informar a las mujeres embarazadas que deben evitar la ingesta de suplementos de vitamina A en dosis superiores a 2.500 UI o 750 μg por su teratogenicidad.
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