#25Noviembre Día contra la #Violencia de Género: en el punto de mira para la detección precoz en #Atención Primaria

Imagen extraída de: «En la mira: 16 Días de activismo contra la violencia de género» https://www.unwomen.org/es/noticias/en-la-mira/2022/11/en-la-mira-16-dias-de-activismo-contra-la-violencia-de-genero

¡Unidas! ¡Unidos! El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, comienza la campaña anual que finaliza el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, marcando los 16 días de activismo contra la Violencia de Género. Lejos de mejorar, durante la pandemia por covid-19 tenemos datos que confirman un aumento de los casos de violencia de género a nivel mundial.

La campaña de la Organización Mundial de las Naciones Unidas de este año anima a todo el mundo a involucrarse impulsando 10 formas de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, porque luchar contra la violencia de género es responsabilidad de toda la sociedad. Estas medidas son las siguientes1:

1. Alzar la voz, hablar claro;

2. Conocer el problema y los indicios;

3. Denunciar el acoso sexual;

4. Cuestionar las creencias sobre la masculinidad;

5. Financiar a organizaciones de mujeres;

6. Reclamar mejores respuestas y servicios;

7. Pedir más datos;

8. Presionar para que se aprueben leyes más sólidas;

9. Apoyar el liderazgo de las mujeres;

10. Fomentar la solidaridad con otros movimientos.

Y ¿qué podemos hacer en el Sistema Público de Salud? Y ¿desde Atención Primaria?

El repunte de los asesinatos de mujeres por parte de la pareja o expareja producido durante la pandemia por covid-19 en España, puso de relieve la necesidad de revisar las actuaciones institucionales en respuesta a esta violencia2.

La magnitud de ésta, el impacto que provoca en la salud física y mental tanto de la mujer como en la de sus hijas e hijos, además de las consecuencias sociales, laborables, económicas, entre otras, sumado al infradiagnóstico, justifican la necesidad de incorporar herramientas sencillas que puedan usarse de forma rutinaria en los servicios de salud para contribuir a dicha detección.

El 25 de noviembre del año pasado, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó una serie de medidas para mejorar la detección de forma temprana la violencia de género y la formación específica de profesionales del Sistema Nacional de Salud. Hubo un compromiso de que se pondrían en marcha a lo largo de 2022. A pesar de los avances que ha habido desde la aprobación de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y las sucesivas normas estatales y autonómicas, aún quedan mejoras por instaurar e inversión por realizar. Esperamos que con motivo de esta fecha, se instauren lo antes posible estas nuevas medidas pendientes, y se refuercen todas las medidas preventivas para erradicar las violencias de género3.

Los servicios de salud, son el primer recurso al que las mujeres acuden a pedir ayuda, en un porcentaje por encima del resto, siendo el siguiente los Servicios Sociales, al que acuden el 7,2%.

Del 33,1% de mujeres que sí han buscado ayuda formal tras haber sufrido violencia por parte de su pareja o expareja, el 27,07 % de las mujeres que han sufrido Violencia Física Sexual o Emocional de alguna pareja, actual o pasada, se han puesto en contacto con algún servicio sanitario (médica/o, centro de salud, psicológico/psiquiatría, farmacia).

Por ello la OMS se ha dirigido en varios de sus informes al personal sanitario, reclamándonos que nos involucremos en la lucha contra este problema de salud pública: “No tengáis miedo de preguntar”.

En la actualidad, son ya siete las Comunidades Autónomas que han incorporado herramientas de detección temprana en el diagnóstico de la violencia de género, compilándolas en sus Guías y Protocolos sanitarios más recientemente actualizados: la Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla y León, Galicia, Extremadura, La Rioja, País Vasco y Murcia.

Este instrumento común estandarizado de detección temprana, cuenta con dos herramientas principales: el cuestionario de detección Women Abuse Screening Tool (WAST) para la detección temprana y Cuestionario de detección Abuse Assessment Screen (AAS).

Las preguntas de estos cuestionarios (¿cómo describiría su relación de pareja? ¿cómo resuelven las discusiones de pareja? y en alguna ocasión, ¿ha sufrido maltrato emocional, físico o sexual por parte de su pareja o por una persona importante para usted?) ayudarán a tomar decisiones sobre el nivel de sospecha para descartar o confirmar un caso y aplicar un cuestionario más extenso para valorar el riesgo de la mujer si hay una sospecha confirmada.

Sobre la base de la experiencia existente en los diferentes servicios de salud de las comunidades autónomas en la actualidad y la evidencia científica disponible en cuanto a validación de estas herramientas, se recomienda utilizar para la detección precoz3:

  • El Cuestionario WAST Corto, incluyendo, además, la primera pregunta del Cuestionario AAS para la detección de la violencia de género en el pasado.
  • El Cuestionario WAST Corto-CL (también llamado Cuestionario WAST Largo) o el Cuestionario AAS.

El Cuestionario de detección Women Abuse Screening Tool (WAST) consta de dos bloques, denominados como Cuestionario WAST Corto y Cuestionario WAST Largo, que se realizarán siempre a mujeres de 14 años, en consonancia con la definición de caso de violencia de género en el Sistema Nacional de Salud.

Se efectuarán siempre en dos momentos diferenciados:

  • A la apertura de la historia clínica, o en consulta habitual;
  • Si en su historia clínica no hay constancia de haberle preguntado con anterioridad durante los últimos dos años (siempre el tiempo estimado que consideremos individualizando cada caso, pudiendo ser: 1 año, por trimestre/en el puerperio, etc).

Una vez realizado el proceso de detección, ante la sospecha de hallarnos ante un posible caso de violencia de género, se deberá llevar a cabo una confirmación o descarte del mismo. Para ello, se utilizará: (1) el Cuestionario de detección Abuse Assessment Screen (AAS) o (2) el Cuestionario WAST Largo-CL.

Os dejamos las preguntas de los cuestionarios en las siguientes gráficas3:

Desde el Grupo de Atención a la Mujer de la Somamfyc os animamos a seguir formándonos y comprometiéndonos en la detección y el abordaje de la violencia de género. En Atención Primaria, como puerta de entrada de la sanidad, tenemos una oportunidad de oro. Está en nuestra mano preguntar, las encuestan demuestran de manera reiterada que están deseando que les tiremos de la lengua. Nos sobran los motivos: ¡Por ellas, por toda la sociedad!

Las autoras son médicas de familia y miembro del Gdt Atención a la Mujer Somamfyc: Dra. Irmina Saldaña Alonso, Dra. Raquel Gómez Bravo, Dra. Alicia Díaz Revilla

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Hacia adelante: 10 formas de poner fin a la violencia contra las mujeres. https://www.unwomen.org/es/noticias/reportaje/2022/11/hacia-adelante-10-formas-de-poner-fin-a-la-violencia-contra-las-mujeres
  2. Plan de Calidad del Sistema Sanidad de Salud. Informe Salud y Género 2022: https://www.sanidad.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/InformeSaludyGenero2022/INFORME_SALUD_Y_GENERO_2022.15.09.2022.web.pdf
  3. Plan de Calidad del Sistema Sanidad de Salud. Instrumento Estandarizado Detección Temprana de Violencia de Género: https://www.sanidad.gob.es/fr/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/Doc_Aprobado_CISNS_Instrum_Estandariz_Detec_Temprana_VG_1Dic2021_OSM.pdf

#8M2022 Día Internacional de la Mujer: volvemos a las calles…aunque nunca nos fuimos. ¿Por qué las desigualdades de género afectan a la #salud de las #mujeres?

En este 8 de marzo, día internacional de las Mujeres, desde el Grupo de Trabajo (Gdt) Atención a la Mujer de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria (SoMaMFyC) queremos hacer eco de algunos de los retos que quedan por conseguir en materia de igualdad de las mujeres y cómo afectan estas desigualdades a su salud.

Las mujeres volvemos a las calles a manifestarnos después de dos años desde que comenzó la pandemia por SARS-CoV-2. Sigue siendo necesario, las desigualdades sociales han aumentado y muchas mujeres se llevan la peor parte con mayores tasas de desempleo y trabajos más precarios, persistencia de la brecha laboral, dobles jornadas, mayores cargas de cuidados y mayores índices de violencia de género.

Estas desigualdades de género son injustas e intolerables. El género importa y mucho. Es uno de los determinantes de la salud de las personas y por lo tanto en Atención Primaria debemos tenerlo en cuenta. Hoy en día el ser mujer sigue impactando negativamente en nuestra salud y bienestar, tanto físico como psíquico. Estas consecuencias son todavía más potentes para las mujeres más vulnerables como las migrantes o con diversidad funcional por ejemplo. La salud percibida de las mujeres es peor que la de los hombres y ésta empeora aún más con las crisis socioeconómicas. Estas diferencias existen en todos los países del mundo y se dan en todas las etapas de la vida. Los roles de género empeoran la salud de las niñas. Desde los 6 años las niñas tienen peor salud percibida y una peor autoestima. Sabemos que existen sesgos de género en la atención sanitaria, siendo el ejemplo más conocido el dolor precordial. Estos sesgos conllevan un retraso diagnóstico, disminución del esfuerzo terapéutico y medicalización innecesaria.

Hoy en día las mujeres siguen siendo las que se encargan de la mayoría de los cuidados formales e informales, por lo que han sufrido de manera desproporcionada durante la pandemia. Ésta ha supuesto un riesgo para la salud de muchas mujeres ya que el confinamiento ha obligado a que muchas hayan pasado más tiempo con la pareja que las maltrata, y en muchos casos se han intensificado las tareas de los cuidados que habitualmente recaen sobre ellas.

El informe Los cuidados en el trabajo: Invertir en licencias y servicios de cuidados para una mayor igualdad en el mundo del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo publicado hace unos días, concluye que el acceso a servicios como la atención residencial, los servicios comunitarios de día y la atención a domicilio sigue siendo inaccesible para la gran mayoría de quienes los necesitan en todo el mundo.

Aunque los hombres han aumentado su implicación, sigue sin ser igualitaria, y no suelen ser los ‘autores’ de la organización que exige la gestión de los cuidados ni del trabajo doméstico. Es clave visibilizarlo y educar en la corresponsabilidad de compartir y planificar éstos porque el cuidar es una tarea de todas las personas, de toda la sociedad.

El Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE) publicó en octubre de 2021 su informe anual, el Índice de Igualdad de Género o Gender Equality Index. Centrándonos en los datos de salud reproductiva, en España el 8% de las mujeres de entre 15 y 49 años no pudieron ver satisfechas sus necesidades de acceso a anticoncepción, interrupción de embarazo no deseado y/o información sobre salud sexual, mientras que la cifra en el conjunto de la UE es de un 5%. Por esta razón reivindicamos una educación en salud sexual igualitaria y en la diversidad desde todos los ámbitos posibles que potencie la corresponsabilidad en el disfrute de las relaciones y en los cuidados para evitar embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual. Un aumento de la financiación sanitaria pública de los métodos anticonceptivos y un acceso sin trabas a la anticoncepción de larga duración desde Atención Primaria. Facilitar el acceso a las unidades de fertilidad para mujeres con deseos genésicos, y garantizar el acceso al aborto sin acoso ni obstáculos en la sanidad pública.

Como grupo Atención a la Mujer de la Somamfyc consideramos clave la formación sanitaria con perspectiva de género desde el pregrado. El enfoque de género en salud es una forma de hacer visible e intervenir en salud siendo conscientes de que las construcciones sociales de género y las vivencias de cada persona de éstas, van a tener un papel fundamental en los procesos de salud/enfermedad/atención.

Apostamos por el derecho a la salud en igualdad y equidad que tenga en cuenta los determinantes de género como un determinante de salud fundamental, sin olvidar un abordaje interseccional que reconozca el resto de determinantes de la salud y categorías sociales en el proceso de salud/enfermedad.

El espíritu del editorial de The Lancet de febrero de 2019 sigue de rabiosa actualidad: «La lucha por la igualdad de género es responsabilidad de todos, lo que implica a su vez que el feminismo también es cosa de todos. De los hombres y las mujeres, de los investigadores, de los profesionales de la medicina, de quienes aportan financiación, de los líderes de las instituciones y sí, también, de las revistas médicas.»

Por otro lado, reivindicamos una apuesta valiente institucional que ponga en marcha las medidas legislativas necesarias, un aumento de la inversión en los recursos y estructuras que garanticen una equidad real de género en todos los terrenos. Reclamamos derechos para todas, por un feminismo inclusivo, que luche contra las injusticias, las desigualdades y reconozca la diversidad de todas las mujeres existentes. Soñamos con un sistema educativo que trabaje desde las primeras edades de la vida en la igualdad de género, para que las mujeres y los hombres del futuro hagan de estas reivindicaciones sus prácticas cotidianas, donde la equidad, la corresponsabilidad y el valor de los cuidados sean valores sociales inalienables.

Porque somos MÉDICAS de familia y salud comunitaria y estamos muy orgullosas de serlo, reiteramos nuestro compromiso por la lucha de los derechos de las mujeres. Volvemos a reunirnos presencialmente, volvemos a las calles este 8 de marzo, aunque en realidad nunca nos fuimos.

Publicado el 7 de marzo de 2003

Parte de lesiones en Violencia de Género: claves prácticas para rellenarlo

La mujer que sufre violencia de género (VG) suele consultar, en la mayoría de las ocasiones, por las consecuencias del maltrato, ya que tiene repercusiones muy importantes en su salud.

Las médicas y médicos de familia debemos tener una postura activa de búsqueda de signos de sospecha de VG, y ante dolores y síntomas inespecíficos, tener tempranamente entre nuestras hipótesis este diagnóstico diferencial.

Lo importante en un proceso de VG es priorizar a la mujer y sus decisiones. Nuestra responsabilidad profesional es el acompañamiento del proceso que, siendo ella la protagonista, le permita retomar el control de su vida.

También debemos tener presente el objetivo: la separación de su maltratador libremente y garantizar la seguridad de la mujer.

Uno de los temas que más nos preocupan como profesionales de la medicina es el parte de lesiones (PL). Es por esa razón, que vamos a profundizar de manera práctica en este aspecto de la atención a la mujer que sufre VG. El PL es la comunicación de unos hechos clínicos y una sospecha de delito. No es un documento público, va destinado a juez y forense.

Cuando emitimos un PL es clave INFORMAR SIEMPRE a la mujer de lo que va a ocurrir:

  • Será llamada a declarar para que corrobore los hechos que figuran en el parte de lesiones y formular denuncia si lo desea.
  • En aproximadamente 48 horas las fuerzas de seguridad acudirán a la casa.
  • Se llevarán detenida a la pareja/expareja y en un máximo de 72 horas se realizará un juicio rápido
  • El/la juez impondrá si procede e individualizando en cada caso orden de alejamiento, el ingreso en prisión del agresor u otras medidas.

El PL debe tener 3 copias: 

  • Una para el/la juez
  • Otra copia quedará en el centro de salud
  • Una tercera que se entregará a la mujer para presentar denuncia si lo desea (muy importante indicar que la guarde en un sitio que no pueda ser vista por la pareja/expareja).

Según la Ley de Enjuiciamiento Criminal BOE 260, 17/09/1982, debemos realizar un PL al tener noticia de un delito público. En caso de riesgo vital alto, haremos siempre el PL. En las demás situaciones, recomendamos realizar una valoración individual, porque el PL no protege en todos los casos y puede colocar a la mujer en un escenario de mayor riesgo. Por otro lado, realizar el PL sin su consentimiento, con la negación de la mujer o sin datos objetivos no alcanzaría su finalidad legal, y podría suponer una quiebra de la relación asistencial.

El comunicado a la justicia no finaliza el proceso asistencial, que está dirigido a que la mujer establezca objetivos y asiente mecanismos para salir de la situación de violencia. Para llegar a este objetivo final, la mujer irá tomando decisiones progresivamente, y estará en un proceso de recuperación que en muchas ocasiones puede ser lento y requiere tiempo.

La concesión de la condición de víctima de violencia de género es necesaria para recibir las ayudas. El reconocimiento oficial de sufrir VG se llama Título Habilitante (TH). Hoy en día el TH se puede conseguir por vía judicial y no judicial, como explicamos en la siguiente entrada del blog LA ATENCION A LAS MUJERES QUE SUFREN MALTRATO. HAY OTRA SALIDA además de la denuncia. ¿Qué es el TÍTULO HABILITANTE?. Por lo tanto debemos conocer que la denuncia no es el único camino para obtener las ayudas ni para salir de la situación de violencia.

Por esta razón queremos resaltar que es prioritario no centrarnos en un modelo basado en la denuncia, sino apoyarnos en un modelo de salida asistida. Le asesoraremos sobre las ayudas jurídicas, psicológicas y sociales que puede recibir. Si las desconocemos, debemos recomendarle profesionales o centros especializados en VG, cuidando siempre de no perder la continuidad asistencial.

A continuación exponemos en un PL en blanco las especificidades que debemos rellenar y dejar bien descritas cuando tenemos sospecha o un caso confirmado de VG. Es importantísimo conocer que la historia clínica es un documento legal, y por lo tanto debemos registrar siempre con detalle. Registremos el episodio de maltrato/VGde manera visible, aunque en modo no imprimible. Lo que tengamos registrado en sus antecedentes (problemas de salud anteriores o actuales, tanto físicos como emocionales, que puedan ser causados por estar sufriendo violencia) serán de mucha utilidad para el PL o para realizar un informe que nos demande la paciente o quién corresponda en un momento dado.

Puedes descargarte el pdf con las claves para rellenar el parte de la lesiones en un caso de VG aquí. Estará accesible de manera permanente en nuestra sección del blog Recursos para profesionales: https://gdtmujersomamfyc.wordpress.com/recursos-para-profesionales/violencia-de-genero/como-rellenar-un-parte-de-lesiones-en-un-caso-de-violencia-de-genero

Os invitamos a acceder a una de las entradas de blog en la que profundizamos en el protocolo de actuación coordinada en la Comunidad de Madrid en materia de agresiones sexuales. En ésta explicamos más detalles ante tipo de VG y profundizamos en los recursos dónde asesorarse y/o derivar a la mujer: Visibilizar la Violencia Sexual y Protocolo de actuación en Atención Primaria.

Existen variados recursos para la atención a las mujeres víctimas de VG en la Comunidad de Madrid. Vamos a resaltar tres de ellos por el apoyo que facilitan en situación de emergencia y/o por su disponibilidad 24 horas.

El Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género (S.A.V.G. 24 Horas) está especializado en atención de emergencia y protección a las víctimas de violencia de género en el ámbito de la pareja y expareja que atiende en primera instancia y como dispositivo referencial de primer nivel y de acceso a otros recursos que configuran la red especializada. Atiende a todo el municipio de Madrid. Teléfono 900 222 100. Para más información aquí.

En 2020 en el municipio de Madrid se creó el Centro de crisis 24 horas para la atención a mujeres víctimas de violencia sexual. Éste es un servicio multidisciplinar de atención especializada a mujeres que hayan vivido un intento o una situación de violencia sexual reciente o pasada, o que tengan sospecha de haberla sufrido. No es imprescindible residir en Madrid, pueden atender a mujeres sin papeles. Para más información aquí.

La UFAM son las Unidades de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional especializadas en la prevención y la investigación de las infracciones penales sobre violencia de género, doméstica y sexual. Existen dispositivos en diversos municipios de Madrid. Recogen la denuncia, investigan y prestan la protección que necesite la víctima. Aunque la persona no tenga claro si va a denunciar, dan información sobre el proceso y los recursos que le pueden ayudar. Teléfono 91 322 35 55. Para más información aquí.

Resumiendo en los casos de violencia sexual: Si atendemos a una mujer que acaba de ser agredida sexualmente y quiere denunciar: llamar al 091 para que la escolte a la UFAM y allí se encargarán de todo. Si el hecho ha sucedido hace unos días y ella quiere denunciar, derivaremos a la mujer a la UFAM y en este caso ella desplazará por su cuenta. En cualquiera de los dos casos anteriores, si la mujer no desea denunciar o no lo valora como opción, al menos por el momento, la derivaremos al centro de crisis 24 horas.

Sumisión Química (SQ) puede definirse como la agresión sexual, robo, extorsión y/o maltrato, sufridos bajo la influencia de sustancias psicotrópicas. Si bien el alcohol es la más comúnmente empleada, las sustancias implicadas pueden ser múltiples. Por otro lado, el mayor número de figuras delictivas bajo este término está relacionado con delitos de índole sexual, de ahí el término “agresión sexual facilitada por alcohol o drogas” (DFSA, drug facilitated sexual assault). Es necesario establecer un abordaje sistematizado desde el ámbito sanitario por las repercusiones clínicas y legales que pueda ocasionar.

Existe un protocolo en la Comunidad de Madrid de actuación sanitaria ante casos de sospecha de SQ para mejorar la sensibilidad en el diagnóstico del proceso, establece los pasos a dar para recoger las muestras precisas para identificar la sustancia utilizada con fin delictivo y llegar a un diagnóstico de certeza en los casos que sea posible. Dejamos el enlace al documentos aquí.

Y por último, un decálogo de recomendaciones para «No hacer» en consulta ante una mujer que sufre VG, elaborado por nuestro Grupo de Trabajo (GdT) de Atención a la Mujer de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC).

Autoras: Dra. Irmina Saldaña Alonso y Alicia Díaz Revilla

Bibliografía

Más información en nuestro blog:

Lectura recomendada: Irmina Saldaña Alonso, Alicia Díaz Revilla. «Doctora, no puedo con mi alma»: mujer con malestares y violencia de género. Monográfico AMF mayo 2020 Mujer y Salud

Bibliografía Violencia de Género Comunidad de Madrid y municipio de Madrid:

Bibliografía Violencia de Género Estatal:

No es un 8M cualquiera #8M2021

Este 8 de marzo de 2021, Día Internacional de las Mujeres, queremos resaltar la importancia del género en la vida y en la salud, más aún en situaciones de crisis en las que sabemos que se agudizan las desigualdades.

Desde el Grupo de Trabajo (Gdt) Atención a la Mujer de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria (SoMaMFyC) queremos hacer eco de las inequidades y la doble discriminación que están viviendo las mujeres durante la pandemia del virus SARS-CoV-2. A pesar de los avances progresivos que se han conseguido gracias a las reivindicaciones feministas en las últimas décadas en nuestro país y en el mundo, aún queda por avanzar y afianzar los logros conseguidos.

Como señala en una de sus últimas publicaciones Amnistía Internacional: “La Atención Primaria en España ha sufrido dos pandemias: la de la COVID-19, y la de la gestión sanitaria, que ha adolecido de una falta de planificación e inversión suficiente para afrontar la primera, situando este servicio entre el abandono y el desmantelamiento”. Debido a esto, muchas personas están sufriendo graves consecuencias para su salud. Las consecuencias están siendo todavía más potentes para las mujeres, sobre todo para aquellas más vulnerables como las inmigrantes o con discapacidades. Hoy en día las mujeres siguen siendo las que se encargan de la mayoría de los cuidados formales e informales, por lo que están sufriendo de manera desproporcionada el impacto de una atención primaria desbordada 1.

De acuerdo con un informe sobre el Impacto de Género de la covid-19 publicado por el Instituto de la Mujer, las mujeres representan el 70% del personal sanitario a nivel mundial, el sector más golpeado por la pandemia, debido principalmente a la falta de personal, el incremento de la carga laboral y horaria, la sobreexposición al virus y la escasez de material. Este estudio señala que «la crisis generada por el coronavirus ha situado a los cuidados en el centro y a las mujeres en la primera respuesta a la enfermedad» 2.

Sin embargo, según el artículo del BMJ Global Health “Symptoms of a broken system: the gender gaps in COVID-19 decision-making» (Síntomas de un sistema roto: las brechas de género en la toma de decisiones de COVID-19) solo el 3,5% de los 115 órganos de toma de decisiones y asesores identificados COVID19 de 87 países tenían paridad de género. Predominan los hombres 85,2%. Si bien las mujeres constituyen el 70% de la fuerza laboral de salud mundial, solo ocupan el 25% de los puestos de alto nivel de toma de decisiones. Esta exclusión crea un círculo vicioso donde las perspectivas y el conocimiento de grandes segmentos de la población continúan excluidos. Hay datos que indican que los países con mujeres líderes se han asociado con la implementación de respuestas COVID-19 muy efectivas y han sido mejores en la reducción de los impactos negativos del COVID-19 3.

Como recordábamos en nuestro Plis Plas del Congreso de la SoMaMFyC 2020 apostamos por una Atención Primaria Comunitaria y con perspectiva de Género porque nos sobran las razones. La salud percibida de las mujeres es peor que la de los hombres y ésta empeora aún más con las crisis económicas. Estas diferencias existen en todos los países del mundo y se dan en todas las etapas de la vida. Los roles de género empeoran la salud de nuestras niñas. Desde los 6 años las niñas tienen peor salud percibida y una peor autoestima. Porque el género es uno de los determinantes sociales que atraviesa todos los problemas de salud. Sabemos que existen Sesgos de Género en la atención sanitaria, siendo el ejemplo más conocido el dolor precordial. Estos sesgos conllevan un retraso diagnóstico, disminución del esfuerzo terapéutico y medicalización. Las tareas de los cuidados no remunerados siguen recayendo sobre las mujeres, con el deterioro de la salud que esto supone. Sabemos que la participación comunitaria supone una mejora para la salud. Y las mujeres se asocian y reivindican cambios. Los datos nos indican que tenemos una sociedad cada vez más feminista, y sin embargo la igualdad aún queda lejos. Con la pandemia por covid19 ha supuesto un riesgo para la salud de muchas mujeres ya que el confinamiento ha obligado a que muchas hayan pasado más tiempo con la pareja que las maltrata, y en muchos casos se han intensificado las tareas de los cuidados que habitualmente recaen sobre ellas. La violencia de género sigue existiendo en nuestras sociedades, como los vuelve a constatar los datos de la Macroencuesta de violencia contra la mujer en 20194.

Plis Plas A Mujer Presentación XXVIII Congreso de la SoMaMFyC 2020

Hoy la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) homenajea el 8 de marzo de 2021 poniendo en marcha una sección en su web en la que reúnen contenidos publicados a lo largo de los años que dejan en abierto durante los próximos días para que todo el mundo tener acceso a ellos. Quedan accesibles el número especial de la revista AMF publicado en Mayo de 2020 titulado MUJER y SALUD, el enlace a los artículos con categoría “género” de la revista Comunidad, el número especial sobre “Feminismo y Salud” conocido con “El Lancet Feminista” publicado el 9 de febrero de 2019 que denunciaba la todavía existente desigualdad de género en el ámbito científico, la mesa en la que participó una de nuestras compañeras del Gdt en el congreso de Semfyc de 2019 “Enfoque de género. Unas gafas violeta para la consulta” que abordaba los sesgos de género y la morbilidad diferencial, abogando por un trabajo con perspectiva de género en nuestro día a día de la consulta, y las últimas recomendaciones de actividades preventivas en la mujer de la Actualización PAPPS de noviembre de 2020 5.

Sigue siendo necesario fortalecer las medidas institucionales que potencien la corresponsabilidad como la ampliación de permisos de maternidad y paternidad igualitarios y flexibles, una normativa que favorezca la conciliación de la vida personal y laboral en un sentido más amplio, más recursos públicos en educación infantil y las tareas de cuidados de menores y personas dependientes, más medidas que eviten la precariedad laboral y estrechen cada vez más la brecha laboral entre mujeres y hombres (tanto para facilitar su acceso al mundo del empleo, como que éste sea de calidad y remunerado de manera igualitaria)…

Porque somos MÉDICAS de familia y salud comunitaria y estamos muy orgullosas de serlo, reiteramos nuestro compromiso por la lucha de los derechos de las mujeres. Reiteramos nuestra apuesta por pasar consulta con las gafas moradas puestas, ser conscientes de todos los problemas que hemos nombrado. Seguir investigando con perspectiva de género. La medicina de familia tiene que pasar consulta “mirando a la calle”. Porque la nueva Atención Primaria será comunitaria y feminista o no será.

Autora: Dra Irmina Saldaña Alonso, miembro del Gdt Atención a la Mujer de la Somamfyc

Bibliografía

  1. La otra pandemia. Entre el abandono y el desmantelamiento: el derecho a la salud y la Atención Primaria en España, Amnistía Internacional, febrero 2021  
  2. Informe en Impacto de género Covid-19, Instituto de las Mujeres, Ministerio de Igualdad, Gobierno de España
  3. Symptoms of a broken system: the gender gaps in COVID-19 decision-making BMJ Global Health
  4. Plis Plas Gdt Atención a la Mujer SoMaMFyC, Presentación XXVIII Congreso de la SoMaMFyC 2020: Plis Plas A Mujer
  5. La semFYC pone el Abordaje de la salud de la mujer en la agenda del 8-M

El Gdt Atención a la #Mujer de @Somamfyc os desea un #2020 lleno de #Salud #Equidad #Género #AtenciónPrimaria #SanidadPública

UVAS

El Grupo de Trabajo Atención a la Mujer de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria (Somamfyc) brinda por un 2020 lleno de:

  1. Una Sanidad Pública y de Calidad con perspectiva de género;
  2. Una Sanidad universal que no excluya a nadie porque la salud es un derecho de toda la población;
  3. Una Atención Primaria que sea pilar con recursos y cuidados de calidad tanto para sus pacientes como sus profesionales;
  4. Una Atención Primaria que siga trabajando la educación para la salud y conectada con la comunidad;
  5. Una Educación en Salud Sexual desde todos los ámbitos posibles;
  6. Una Corresponsabilidad en el disfrute de las relaciones y en los cuidados para evitar embarazos no deseados e Infecciones de Transmisión Sexual;
  7. Un acceso a un aborto seguro y en la sanidad pública;
  8. Un aumento de la financiación sanitaria pública de los métodos anticonceptivos y un acceso sin trabas a la anticoncepción de larga duración desde Atención Primaria;
  9. Una Educación en la Diversidad de orientación sexual y de género;
  10. Una sociedad libre de todas las formas de Violencia de Género, de todas las discriminaciones y brechas de género;
  11. Una sociedad con Equidad de género y Corresponsabilidad en las tareas de Cuidados de toda la Comunidad;
  12. Una sociedad donde la capacidad para alcanzar los sueños no esté condicionada por el género, la orientación sexual, el nivel socioeconómico, el origen de nacimiento, la etnia o cualquier otra categoría construida que nos limite.

Día contra todas las formas de #ViolenciaDeGénero #25N #AtenciónPrimaria #AtréveteAPreguntar

VG AMOR NO ES POSESION

La violencia de género es un grave problema de salud pública en nuestro medio, tanto por su magnitud, por su gravedad y sus repercusiones. Según la definición de la Asamblea General de la Naciones Unidas denominamos Violencia de Género (VG) a “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o privación de la libertad, tanto si se producen en la vida pública, como en la vida privada.Entre los distintos tipos de VG la que se produce por la pareja o expareja es la más frecuente.

En Atención Primaria tenemos la oportunidad y la responsabilidad de detectar, registrar, intervenir y acompañar a las mujeres que la sufren. En Violencia de Género, no existe un perfil de víctima ni de agresor, sino que cualquiera puede sufrir una situación de maltrato o ser el causante. Ha habido avances, pero a pesar de la publicidad y visibilidad sigue detectándose poco y registrándose aún menos casos. Hay muchos obstáculos institucionales, personales, profesionales que favorecen que así sea, y en los que en ocasiones nos escudamos. Las mujeres maltratadas sienten vergüenza de sufrir violencia y se sienten culpables por ello, lo que dificulta que saquen a la luz su problema y pidan ayuda.

Las mujeres que sufren violencia están inmersas en un proceso que se va instaurando de manera progresiva, adoptando diferentes formas. A medida que progresa, se hace más grave y las repercusiones sobre su salud son más severas. Aparecen síntomas que se relacionan con la frecuencia y gravedad del maltrato. Los efectos sobre su salud pueden darse a corto, medio y/o largo plazo, y como consecuencia, a las mujeres maltratadas que atendemos en consulta no las «vemos» si no estamos dispuestos a mirar con una perspectiva de género. Hemos de saber relacionar sus “malestares” con la posible situación de maltrato.

Tiene consecuencias diversas para su salud que van desde el asesinato, las lesiones físicas, deterioro de la salud mental, afectación de la salud sexual y reproductiva (violaciones, embarazos no deseados y/o infecciones de transmisión sexual), malestares y síntomas difusos como dolor de espalda, mialgias o artralgias, cefaleas, pérdida de apetito, problemas digestivos (dolor abdominal, desórdenes gastrointestinales, colon irritable). Es frecuente el aislamiento de las mujeres de sus amistades, familia, y grupos sociales.

Debemos valorar cada caso de manera individual. Una opción ante la sospecha es hacer alguna de las preguntas introductorias sobre cómo es su relación de pareja y si se siente bien tratada. Si la mujer nos confirma el maltrato o refiere que la relación es mala, podríamos preguntarle si alguna vez ha sentido miedo de su pareja. Se trata de una pregunta con gran capacidad para predecir malos tratos.

 preguntar por VG

Nuestra responsabilidad profesional no debe limitarse a la detección. Desde la primera visita ante la sospecha procuraremos ser accesibles, tener una actitud de escucha empática y sin juicios. La violencia de género llega a producir afectaciones muy severas por lo que la detección es el inicio de un proceso de acompañamiento a esta mujer. Abordaremos con ella distintas etapas individualizando en cada caso: el proceso de identificación de la situación y relacionar sus síntomas de salud con la violencia, asesoramiento y adopción de las medidas oportunas en cada momento de su evolución. Es muy importante tener en cuenta que la mujer debe de ser la PROTAGONISTA en la toma de decisiones para permitir que vayan sanando las distintas facetas de su salud afectadas, favorecer la recuperación de su autoestima y que retome el control de su vida. Por lo tanto, será necesario un proceso de apoyo y un abordaje en equipo afrontando aspectos sanitarios, psicológicos, jurídicos y sociales.

Es fundamental realizar una valoración completa de la situación de la mujer que sufre VG. Analizaremos si es consciente o no del proceso que está sufriendo, si hay riesgo vital, los tipos de violencia a los que está expuesta (física, psíquica, sexual), el tiempo de evolución, las diversas esferas afectadas de su salud, si existe violencia a menores a su cargo, si presenta alguna vulnerabilidad que complica su situación (como por ejemplo en las mujeres con discapacidad, mujeres sin apoyos socioecómicos), si se plantea denunciar, el momento del ciclo de la violencia y la etapa del proceso de cambio según el modelo de Prochaska y Diclemente como hacemos con otros procesos de salud.

 

VALORACION VG

En el Grupo de Trabajo Atención a la Mujer creemos firmemente que el sistema sanitario y en concreto Atención Primaria, como puerta de entrada del mismo, tenemos un papel muy importante. Por lo tanto, precisamos más FORMACIÓN para poder detectar y acompañar convenientemente a las mujeres que sufren este grave problema. Como profesionales de la salud cuanta más sensibilidad y más conocimiento tengamos: más BÚSQUEDA ACTIVA haremos, más FAVORECEREMOS LA CONFIDENCIA para que nos hablen de su problema, OCUPÁNDONOS DE SUS PROGRESOS que alentaremos, detectaremos más y de manera más precoz, EVITAREMOS LA CRONICIDAD, y tendremos más seguridad para abordarlo y tratarlo.

En nuestro Blog Salud “Salud Mujer y Atención Primaria” contamos con la sección de Violencia de Género en Recursos para Profesionales. En particular sobre violencia sexual y abordaje en Atención Primaria, mutilación genital femenina, y violencia de pareja o expareja hacia las mujeres: https://gdtmujersomamfyc.wordpress.com/recursos-para-profesionales/violencia-de-genero/

Resaltamos el documento NO HACER en violencia de género en la pareja o expareja: https://gdtmujersomamfyc.wordpress.com/recursos-para-profesionales/violencia-de-pareja-hacia-las-mujeres/

Podéis consultar las entrevistas completas de la Dra Alicia Díaz Revilla y la Dra Irmina Saldaña Alonso, miembros del Gdt Atención a la Mujer que profundizan en este asunto:

https://www.icomem.es/comunicacion/entrevistas/20/Dra-Alicia-Diaz-Revilla-Los-profesionales-de-Atencion-Primaria-somos-el-primer-contacto-con-las-mujeres-y-un-valioso-recurso-para-la-deteccion-de-la-violencia-de-genero-

http://www.medicosypacientes.com/articulo/dra-irmina-saldana-alonso-es-necesario-que-la-violencia-de-genero-deje-de-ser-invisible-en

VIOLENCIA SEXUAL EN EL ÁMBITO LABORAL

La violencia sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”1. Según la última estadística recogida por el Instituto de la Mujer en 2017 un 95,7% de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual son cometidos por hombres2. Así, estamos ante un tipo de violencia ejercida predominantemente contra la mujer y, por lo tanto, hablaremos de la violencia sexual como un tipo de violencia de género.

 

La violencia sexual en el ámbito laboral es aquel tipo de violencia sexual que se desarrolla en el entorno laboral y que está tipificada por el Código Penal español3. El Convenio de Estambul (“Convenio del Consejo de Europa sobre la prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica”)4, aprobado en 2011 y ratificado y publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en 20145, indica que la violencia de género no se da solo en el ámbito familiar, de la pareja o ex-pareja. Así, la Ley Integral de Violencia de Género de la Comunidad de Madrid de 20056 ya incluía el acoso sexual laboral como un tipo de Violencia de Género. Sin embargo, y a pesar de las cifras que tenemos registradas, la Ley de Violencia de género Estatal7 no incluye el acoso sexual como un tipo de violencia de género, cosa que creemos esencial que se modifique para poder poner fin a este problema.

 

Gracias a la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 20158 pudimos aproximarnos a la extensión del problema de la violencia sexual por parte de las parejas, exparejas o terceros. La Macroencuesta concluyó que un 13,7% de las mujeres residentes en España mayores de 16 años han sufrido algún tipo de violencia sexual a lo largo de su vida. Asimismo, se estima que solamente un 3% de las mujeres que sufren acoso en España denuncian a su acosador9.

 

Existen tres tipos de acoso sexual laboral, a saber10:

  1. Coerción sexual: situaciones en las que las condiciones del empleo de la mujer acosada dependan de la cooperación sexual de ésta con el acosador o sus cómplices. Ejemplos de estas conductas serían el chantaje sexual, la amenaza de despido si no se mantienen relaciones sexuales con el acosador, etc.
  2. Atención sexual no deseada: expresiones de tipo romántico o sexual que no son bienvenidas, no son correspondidas y son ofensivas para la mujer que las recibe. Este tipo de acoso conlleva aproximaciones de tipo sexual, pero no implica recompensas profesionales o amenazas para forzar el cumplimiento de las mismas. Algunos ejemplos serían tocamientos no deseados, abrazos, caricias y solicitudes persistentes de citas por parte de un compañero de trabajo a pesar de la negativa de la mujer.
  3. Acoso ambiental: es el más frecuente de los tres. Se trata de actitudes insultantes, hostiles y degradantes hacia los miembros de un género, habitualmente el femenino. Este tipo de acoso engloba un amplio rango de comportamientos verbales y no verbales que no pretenden conseguir beneficios sexuales, pero que generan un clima de desigualdad para ambos géneros. Ejemplos de este tipo de conductas serían hacer chistes sobre mujeres o sobre que las mujeres no saben cómo liderar en el espacio de trabajo.

 

Figura 1. Relación entre comportamientos discriminatorios, discriminación de

sexo, acoso sexual, acoso de género y acoso ambiental.

sexual harassment

 

La repercusión mediática de este tipo de violencia de género se ha incrementado enormemente desde el nacimiento del movimiento Me Too en 2017. Dicho movimiento surgió para denunciar públicamente la agresión sexual y el acoso sexual laboral, a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein. En el mundo biomédico ha ocurrido algo similar a raíz de la publicación en 2018 del informe titulado “Acoso sexual hacia las mujeres. Clima, cultura y consecuencias en Ciencias, Ingenierías y Medicina”, redactado por la National Academy of Sciences, Engineering and Medicine10. Dicho informe concluyó que “más de un 50% de las docentes y las mujeres del personal de la universidad y entre un 20-50% de las estudiantes han experimentado o sufren conductas de acoso sexual en el ámbito académico”. Asimismo, el informe concluye que este tipo de acoso es más frecuente entre las estudiantes de Medicina que el resto de estudiantes10.  Estos datos, cuanto menos alarmantes, han causado un fuerte impacto en la comunidad científica y de ellos se han hecho eco importantes revistas como el New England11, el JAMA12 o el Lancet de febrero de 201913, redactado exclusivamente por mujeres sobre temas relacionados con género y feminismo.

 

Conocer la percepción social sobre la violencia sexual en el ámbito laboral es fundamental para mejorar el diseño de las políticas públicas dirigidas a la erradicación de la violencia de este tipo14. Un entorno social que acepta o incluso apoya la violencia sexual en alguna circunstancia, contribuye a crear un clima de tolerancia que facilita que los agresores mantengan su conducta y dificulta que las víctimas revelen la violencia sufrida14. Asimismo, la percepción social de que este fenómeno es raro puede incrementar paradójicamente la estigmatización y dificultar el proceso de denuncia15. Por otra parte, el desconocimiento del carácter machista de algunas actitudes en el lugar de trabajo, contribuye a la perpetuación del acoso sexual laboral y la imposibilidad de acabar con estas conductas. Mejorar la consciencia social sobre este fenómeno, bajando el umbral de tolerancia que tenemos hacia el mismo, contribuiría a visibilizar muchos más casos de acoso sexual y a disminuir el número de conductas de este tipo en el ambiente laboral.

 

Figura 2. Consciencia social sobre el acoso sexual

iceberg violencia

 

 

Así, la erradicación de la violencia sexual no puede lograrse sin abordar las actitudes sociales que la toleran o justifican14. Sin embargo, a nivel nacional, únicamente hemos encontrado en la bibliografía un trabajo del año 2018 realizado la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género14 que midió la percepción social de la violencia sexual en el ámbito laboral. Dicho trabajo concluyó que entre un 2,4% y un 4,8% de los encuestados consideran que las mujeres inventan, exageran o promueven el acoso sexual; entre un 6,1% y un 8,4% consideran que el acoso sexual es un comportamiento romántico inherente a los hombres; y entre un 33,4% y un 40,9% de los encuestados muestran algún grado de acuerdo con que la mujer es la responsable de controlar y frenar el acoso sexual que sufre14. Este estudio es una primera aproximación a los factores que contribuyen a la perpetuación del acoso sexual laboral.

Siguiendo la línea de este trabajo, un grupo de residentes del Área Sur del Servicio Madrileño de Salud nos hemos propuesto diseñar un estudio para medir la percepción de los trabajadores de nuestra Área de Salud sobre el acoso sexual en el ámbito laboral. Asimismo, desde el Grupo de Trabajo de Atención a la Mujer consideramos esencial que se hagan protocolos en los centros de trabajo y se eduque en la equidad y la igualdad de género para erradicar ésta y todas las formas de violencia de género.

Autora: Ana Pereira Iglesias, residente de la especialidad de MFyC

 

BIBLIOGRAFÍA

 

  1. Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud. (2002). Informe mundial sobre la violencia y la salud: resumen.
  2. Instituto de la Mujer (s/f). Extraído el 12 de junio de 2019, de http://www.inmujer.gob.es/MujerCifras/Violencia/DelitosLibertadSexual.htm
  3. Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Extraída el 12 de junio de 2019, de http://www.boe.es/boe/dias/2003/11/26/pdfs/A41842-41875.pdf
  4. Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. (2011). Extraído el 12 de junio de 2019 de https://rm.coe.int/1680464e73
  5. Boletín Oficial del Estado. Instrumento de ratificación del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica. (2014). Extraído el 12 de junio de 2019 de https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2014-5947
  6. Ley 5/2005, de 20 de diciembre, Integral contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid. (2005). Extraído el 12 de junio de 2019 de http://www.madrid.org/wleg_pub/secure/normativas/contenidoNormativa.jsf?opcion=VerHtml&nmnorma=3351&cdestado=P#no-back-button
  7. Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. (2004). Extraído el 12 de junio de 2019 de https://www.boe.es/buscar/pdf/2004/BOE-A-2004-21760-consolidado.pdf
  8. De Miguel, V. (2015). Macroencuesta de violencia contra la mujer 2015. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Centro de Publicaciones.
  9. Pernas, B., Olza, J., & Román, M. (2000). El alcance del acoso sexual en el trabajo en España. Paralelo.
  10. National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine (2018). Sexual harassment of women: climate, culture, and consequences in academic sciences, engineering, and medicine. National Academies Press.
  11. Dzau, V. J., & Johnson, P. A. (2018). Ending sexual harassment in academic medicine. New England Journal of Medicine379(17), 1589-1591.
  12. Hopkins, J. (2018). Sexual harassment of US women in science is widespread and is worst in medicine, report says. The British Medical Journal, 361:k2603.
  13. Choo, E. K., Byington, C. L., Johnson, N. L., & Jagsi, R. (2019). From #MeToo to #TimesUp in health care: can a culture of accountability end inequity and harassment? The Lancet393(10171), 499-502.
  14. Delegación del Gobierno para la Violencia de Género (2018). La Percepción Social de la Violencia Sexual. Centro de publicaciones del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
  15. Pérez, R., & Rodríguez, C. (2013). Un análisis del concepto de acoso sexual laboral: reflexiones y orientaciones para la investigación y la intervención social. Cuadernos de relaciones laborales31(1), 195-219.

1 de mayo 2019 Día Mundial de la Salud Mental Materna

En todo el mundo, hasta 1 de cada 5 mujeres experimentan algún tipo de trastorno del estado de ánimo y/o la ansiedad perinatal. Las estadísticas varían según el país. Estos síntomas pueden incluir la depresión y/o ansiedad posparto, el trastorno obsesivo-compulsivo posparto, la psicosis postparto bipolar y posparto. Más del 75% de las mujeres no son diagnosticadas, por lo tanto no reciben tratamiento y apoyo adecuados.

Presentation1

Se estima que 7 de cada 10 mujeres ocultan o minimizan sus síntomas. Sin comprensión, apoyo y tratamiento, estos problemas de salud tienen un impacto devastador en las mujeres afectadas, en sus parejas y familias.

Los trastornos del humor perinatales afectan a toda la familia. Aproximadamente 1 de cada 10 padres desarrollan depresión durante este tiempo. Un enfoque integrador de la salud mental familiar permitiría tanto a la madre como a su familia o su pareja, en el caso que la haya, afrontar estos problemas.

Se estima que entre el 20 y el 25% de los embarazos terminan en aborto espontáneo o muerte fetal. Además del duelo, muchas de estas mujeres también experimentan depresión posparto. Dar a luz a un niño prematuro y el tiempo que pasa en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales también puede afectar la salud mental de la madre y/o del padre.

Tanto profesionales del mundo de la investigación, académico y sanitario, como personas con experiencias vitales relacionadas con esta problemática somos conscientes de la importancia de un diagnóstico y abordaje multidisciplinar precoz y adecuado.

A pesar de los avances tecnológicos, la mortalidad perinatal tiene una gran
prevalencia en el mundo. En consecuencia el duelo perinatal necesita un abordaje de
gran complejidad. La Organización Mundial de la Salud define la mortalidad perinatal
como el número de nacidos muertos y muertes, desde 28 semanas de gestación
completas y hasta la primera semana de vida, por cada 1.000 nacidos vivos. En
España (INE 2017) un 4,37 x 1000 bebés mueren en el periodo perinatal.

 

 

Frente a estos duelos influyen múltiples elementos como las habilidades y conocimientos de la o el profesional, y de las necesidades psicológicas y espirituales de la
mujer y la familia. Es una trabajo complejo, gestionar las propias emociones y acompañar a la familia. Es necesario conocimientos y destrezas en comunicación. Es muy importante tener conocimientos sobre el abordaje de los procesos de duelo y también sobre las especificidades del duelo perinatal.

En España, la Sociedad Marcé Española de Salud Mental Perinatal (http://www.sociedadmarce.org) trabaja desde el 2011 para mejorar la atención a los trastornos mentales en el periodo perinatal (concepción, embarazo y postparto).

Con motivo de visibilizar la necesidad de mejorar la atención a la salud mental perinatal participa en la campaña internacional para la declaración del Día Mundial de la Salud Mental Materna: wmmhday.postpartum.net.

Esta campaña pretende sensibilizar a nivel social sobre esta problemática, ayudar a eliminar el estigma, mejorar la detección de los trastornos mentales perinatales, aumentar los recursos y la calidad de los cuidados y de las intervenciones que se ofrecen a las madres y sus bebés para conseguir su recuperación.

En la actualidad entidades de 37 países diferentes participan en la campaña, de Alemania, Arabia Saudi, Austria, Australia, Argentina, Botswana, Brasil, Camerún, Canadá, Chile, Colombia, España, EEUU, Francia, Grecia, India, Indonesia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Kenia, Malta, Nueva Zelanda, Nigeria, Puerto Rico, República Checa, Qatar, Sudáfrica, Suiza, Sri Lanka, Reino Unido, Rumanía, Turquía, Uruguay y Zimbawe.

índice

 

¿Cómo puedes participar?

SALUD MENTAL MATERNA

Autora: Irmina Saldaña Alonso, Médica de Atención Primaria y miembro de Grupo de Trabajo Atención a la Mujer de Somamfyc

BIBLIOGRAFíA de INTERÉS:

Taller práctico de detección de Violencia de Género en la pareja en el II Congreso de la Cabecera

La violencia de pareja hacia las mujeres es un problema de salud pública en nuestro medio, tanto por su magnitud como por su gravedad.  Los datos revelan que el 12.5% de las mujeres a partir de 16 años han sufrido violencia física y psíquica con su pareja o expareja y, en el 48% se han encontrado lesiones. En Atención Primaria tenemos la oportunidad y la responsabilidad de detectar,  intervenir y acompañar a las mujeres que la sufren. ¿Detectas estos casos? ¿Preguntas a tus pacientes por el trato y el apoyo que reciben en sus relaciones de pareja? ¿Conoces las fases por las que pasa una mujer que sufre maltrato? ¿Sabrías cómo actuar en cada una de estas fases? ¿Conoces cómo y cuándo debería comunicarse al juzgado? En este taller del II Congreso de la Cabecera que tendrá lugar el 14 de abril en Madrid, responderemos a éstas y otras preguntas de manera práctica. Trabajaremos de manera dinámica en pequeños grupos para profundizar en las distintas etapas del ciclo del maltrato y pondremos en práctica las habilidades necesarias para la entrevista y el abordaje en la consulta de este importante problema de salud.

Este taller forma parte de las Sesiones pequeñas del II Congreso de la Cabecera. Las docentes serán Irmina Saldaña Alonso y Alicia Díaz Revilla (ambas miembro del Grupo de Trabajo Atención de la Mujer de la Somamfyc) y Carmen López-Fando, Teresa García de Herreros Madueño. Colabora: Marta Sastre Paz: https://congresolacabeceramadrid.wordpress.com/sesiones/talleres/

Bibliografía:

Violencia de pareja hacia las mujeres. Guía breve de actuación en Atención Primaria. Este documento pretende facilitar las intervenciones de las y los profesionales con estas mujeres.

Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015: http://www.violenciagenero.msssi.gob.es/violenciaEnCifras/macroencuesta2015/Macroencuesta2015/home.htm

La Equidad de género favorece la Salud

8 de marzo 2018 Yo Paro

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se ha convocado una huelga para reivindicar y poner en la agenda socio-política los derechos de las mujeres.

En nuestro contexto gracias al movimiento feminista se han ido logrando muchos avances, aunque siguen pendientes retos importantes. Esta jornada pretende visibilizar las inequidades que seguimos viviendo las mujeres nuestra sociedad. Persisten las actitudes y comportamientos sexistas, la violencia de género, la brecha laboral y el techo de cristal a pesar del aumento de la incorporación laboral y de un mayor nivel educativo de las mujeres, estamos sobrecualificadas pero ocupamos menos cargos directivos y de responsabilidad, y realizamos una doble jornada ya que sigue predominando un reparto desigual de las tareas domésticas y de cuidados.

Por todas estas razones en este día se invita a participar en la medida de las circunstancias de cada persona en las movilizaciones ciudadanas, en la huelga laboral y educativa, se anima a no consumir, y a las mujeres a no implicarse en las tareas domésticas y de cuidados.

Consideramos que es tarea de toda la sociedad asumir y fomentar la igualdad y la equidad independientemente del género. Sin olvidar otros factores que influyen en nuestras vidas como la raza, el nivel socio-cultural y educativo, la orientación sexual, la discapacidad, el modo de vida y el trabajo entre otros.

La educación es un ámbito fundamental para seguir avanzando en la igualdad. Uno de los ejemplos es “Depende de los dos”, un proyecto compartido por varios centros educativos públicos con el objetivo de trabajar la coeducación en el aula. Han realizado un emocionante vídeo en el que participa el alumnado, el profesorado y las familias transmitiendo el mensaje: “Fuerte, valiente, inteligente, no tiene masculino no tiene femenino, podemos ser tú y yo. Feliz, alegre, independiente, podemos ser tú y yo”.

La sanidad es otro de los espacios claves donde es imprescindible tener un enfoque de género. Existen desigualdades en la salud entre mujeres y hombres que no responden sólo a diferencias biológicas si no que están influidas por variados determinantes sociales entre los que son fundamentales los roles de género. Existen diferencias en la prevalencia de algunas enfermedades, pero también en la forma de enfermar, de manifestar los síntomas, de metabolizar los fármacos, etc. Por esto es fundamental que las y los profesionales de la salud tengamos en cuenta estas desigualdades. El enfoque de género en salud es una forma de hacer visible e intervenir siendo conscientes de que las construcciones sociales de género y las vivencias de cada persona de éstas, van a tener un papel fundamental en los procesos de salud, enfermedad y atención.

Los cuidados son fundamentales para la vida. Las y los profesionales de la salud tenemos la responsabilidad de impulsar cambios en la corresponsabilidad de los cuidados en la atención sanitaria y en otros ámbitos de la vida.

Atención Primaria es un espacio privilegiado para trabajar con un enfoque de género. En la consulta educamos y, como médicas y médicos de familia tenemos la posibilidad de realizar una atención sanitaria no sexista y centrada en la diversidad de las personas. También tenemos en nuestras manos fomentar esta visión en la formación de pre-grado, post-grado y en nuestro centro de trabajo.

Desde el Grupo de Trabajo Mujer y Salud de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria apostamos por una sociedad donde seamos libres y que sea respetuosa con nuestras diferencias pero en la que seamos consideradas iguales en derechos.

8 de marzo en algunos centros de Salud de Atención Primaria de Madrid

Irmina Saldaña Alonso, Médica de Familia de Atención Primaria de Madrid en huelga

Bibliografía

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